lunes, 24 de octubre de 2011

Gente tóxica: Envidia.

Para ilustrar la conducta del envidioso, narró la fábula de la luciérnaga y la serpiente:
“La serpiente estaba a punto de devorar a la luciérnaga, cuando ésta le pidió solamente un minuto para hacerle tres preguntas.
- ¿Dime, te he hecho algún daño?, inquirió el insecto.
- ´No´, respondió la serpiente.
- ´¿Formo parte de tu dieta?´, agregó la luciérnaga.
- ´Tampoco´, dijo el reptil.
- ´Entonces, ¿por qué quieres comerme?´
- ´Porque no soporto verte brillar”
Moraleja: “Cuando se te pega un envidioso, agradécelo, porque eso quiere decir que estás brillando”.