martes, 12 de febrero de 2013

El equilibrio -conflicto personal II-

Mi sueño es la fina mezcla, entre la risa y el llanto, poder mantener la calma para gritar cada tanto. Aunque a veces no lo logre voy a seguir intentando encontrar el equilibrio o por lo menos no voy a dejar de buscar.
Mantenerse parado es lo más complicado cuando a uno se lo zarandea tanto... En ciertos momentos hay minutos tormentosos, días tormentosos, hasta meses, una tormenta de esas de verano que te asustan y que no te dejan dormir, que te vuelta, te tiran al suelo sin motivo. Lo jodido de todo es cuando por fin lográs ser ese junco que se dobla pero no se quiebra, y de la nada empezás a sentir esa grieta que se abre y te avisa, que algo malo va a pasar. O, en el peor de los casos, cuando la realidad te da bofetazos y te arranca de raíz. Pero como dice esa frase, puede estar tormentoso, pero no puede llover por siempre. Pero todo desastre deja consecuencias, heridas, cicatrices.

(...)
¿Nunca les pasó que no se pueden dormir porque su mente no se calla? Son pensamientos que terminar resultado lo más similar a unos constructores martillando a cualquier hora de la madrugada en la casa vecina... Eso me pasó a mi hace unos pocos días, unas cuantas noches seguidas. Qué difícil es cuando tu mente está en contra de tus pensamientos. Es como en esos casos en los que el entorno se niega a aceptar al que vive en él. Una pelea continua que termina por volverte loco. Vos decís: no, no es así  Y tu mente te dice: si es así  y asá. Y tristemente, el Universo por alguna razón te muestra canciones, letras, horóscopos, títulos, que te hacen pensar más y más en ESA idea que tu mente quiere hacerte creer. ¿Será de perseguido? Porque quizás es todo como un efecto a la atención que les prestes a las cosas según cada situación. Por ejemplo: que no querés pensar en chocolate y te aparece un chocolate hasta abajo de la tapa del inodoro. La cuestión, es que la mente gana en algunos momentos de distracción, en las que perdés el foco, el equilibrio. Es triste porque cuando la mente gana con sus jugarretas, empezás a ver todo un poco mucho más distinto. Empezás a pensar cosas que no sabes si son reales o no, empezás a preocuparte por cosas que antes pasabas por alto, hacés de una lágrima un océano, y no lo podés evitar y te odiás a vos mismo porque te dejaste ganar...

Siempre dije que en los casos en que crees que el mundo te tira para abajo, lo que nunca hay que perder es la tranquilidad y el foco, ese que te hace tomarte las situaciones desde un punto neutro, que no te deja derribarte, pero que tampoco te permite ser una torre de metal impenetrable. No me considero de esas personas que se ponen en un punto medio eh, siempre me consideré frío y calculador, y sé que está mal, pero si no me equivoco no aprendo. Hay que mantener un punto medio siempre, por más que te tiren para los dos lados, y que los pensamientos te lleven a cualquier lado, siempre hay que encontrar el foco, escuchando música, pintando, dibujando, caminando, gritando, rompiendo, pero siempre lograr esa calma que nos hace tan bien.

Me había pasado que había solucionado el tema hablando con personas que creía alejadas. Pero descubrí que era yo mismo el que las creía alejadas y no eran ellos... Ahí tienen el efecto en cadena que tienen los malos momentos, te afectan la mente, te hacen pensar cualquier cosa, y causa que la solución se aleje más y más por mas simple que sea. No hay que hacer que nos ganen los pensamientos negativos, por más que pensar de esa forma y dejarse ganar hace bien a veces, no siempre es una buena salida.